Exhacienda de Chautla
La hacienda de San Antonio Chautla tuvo su época de mayor apogeo en el último cuarto del siglo XIX, al pasar a manos de Eulogio Gillow y Zavala. La hacienda llegó a comprender 6 ranchos y a tener 4 plantas de energía eléctrica, además de contar con sembradíos de magueyes y 3 grandes tinacales que la convertieron en una poderosa finca pulquera. Gillow se afanó en hacer de la hacienda un pequeño Versalles, mandando construir simétricos jardines y una presa para formar un lago artificial, en medio del cual hizo levantar un castillo de tabiques rojos, resguardado por 4 torres.
Exhacienda de Virreyes
Un casco de hermosa fachada y marcado corte señorial es el de la exhacienda de San Antonio Virreyes, situada a 5 kilómetros de Oriental y a 88 de la ciudad de Puebla. La exhacienda de Virreyes no es un ejemplo típico de las haciendas mayores, pero sí un recuerdo del auge vivido en otros tiempos por muchas fincas poblanas. Virreyes fue en sus orígenes un mesón, levantado en el recodo de un camino real que partiendo de México cruzaba el Estado de Tlaxcala y se adentraba por Puebla, para salir a Xalapa y llegar finalmente al puerto de Veracruz. Un alto en el fatigoso camino, un sitio de reposo y un momento de respiro donde los viajeros, arrieros y carreteros, o los guardianes de las conductas de plata que salían de la Nueva España para el Viejo Mundo, aprovechaban para alimentarse y descansar.