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Ex Convento de la Concepción
El monasterio franciscano de la Purísima Concepción se fundó en 1596. El extraordinario claustro ostenta un magnífico patio que tiene delimitados sus cuatro lados por espléndidos arcos de medio punto, sostenidos por series de rítmicas columnas toscanas. Conserva en sus muros y nichos, pinturas de la época virreinal. Actualmente, alberga un prestigiado hotel.
La Concordia y el Patio de los Azulejos
Enfrente de la plazuela de Santa Inés se encuentra un conjunto arquitectónico compuesto por la Iglesia de la Concordia, el edificio donde tenía sede su hermandad y su casa de ejercicios, famosa por su patio decorado por azulejos. Este templo es un ejemplo del barroco poblano en su vertiente clásica, que se caracteriza por la estructura de la portada trabajada en cantera. El Patio de los Azulejos se localiza en la Casa de Ejercicios de la hermandad, los muros de este patio se pueden considerar como los más bellos de la ciudad, se encuentran decorados con diversos diseños en los que la base son el azulejo y el ladrillo.
La Soledad
La iglesia de este convento tuvo su origen en una capilla edificada para exponer a Nuestra Señora de la Soledad en 1708. Posteriormente, se propuso fundar ahí el convento de la Soledad en 1731, quedando el convento fundado 17 años más tarde. Destacan en su exterior la cúpula revestida de azulejos negros y blancos, y la torre, de dos cuerpos y un remate. En el interior, el altar mayor neoclásico es obra de José Manzo. Flanqueando este altar se observan excelentes retablos barrocos del primer tercio del siglo XVIII.
Exconvento de Santa Rosa
En 1638, Fray Bernardo de Andia transfromó la cofradía de Santa Inés en un beatario. Esta congregación estuvo en el edificio hasta 1740, y de este año a 1861 se convirtió en el convento de monjas dominicas de Santa Rosa. Posteriormente se utilizó como hospital de dementes y más tarde fue casa de vecindad. Se rescató en 1968 y en 1973 empezó a funcionar como museo de artesanías poblanas. Actualmente es uno de los recintos más bellos de la República Mexicana.
Templo y capillas posas de San Andrés
Edificado alrededor de 1548 el templo franciscano de San Andrés es un baluarte de la arquitectura colonial por la iconografía de sus capillas posas, tallada en piedra con tal maestría que se puede afirmar que en ningún otro monumento del siglo XVI en México hay una decoración tan elaborada de escenas en relieve como en dichas capillas.